martes, 3 de marzo de 2009

LOS DESPOSEÍDOS

Quienes sólo ven

lo que se ve,

ignoran tanto.

No conocen

el calor de las chapas,

el hedor de las zanjas,

las molestas goteras,

que todo lo empapan,

el frío que se cuela

y enfría las sábanas,

la basura apilada,

las moscas diárricas, incontenibles,

los mosquitos irascibles.

No ven

las ojeras de los niños desnutridos,

las lágrimas secas de los padres,

el dolor de los viejos pestilentes y postrados,

el búlgaro reflejo de los empedrados,

las bocas sin dientes,

las uñas sucias y partidas,

las panzas hinchadas de tanta polenta,

las muecas,

las arrugas tempranas.

No ven

ni quieren,

la ropa inundada,

los muebles rotos,

las fotos perdidas,

las luces apagadas,

el barro que se agarra,

el hedor a madera quemada.

La pretensión de pintar

un cuadro de los desposeídos

se trunca, se empasta,

con la ignorancia ciega

de los que saben tanto

y nada conocen.

1 comentario:

Eduardo Arcuri Márquez dijo...

Félix, te felicitamos porque no sólo tu prosa es exquisita, sino también porque asume un compromiso social, del que creemos, ningún artista debiera quedar eximido.
Marta y Eduardo