lunes, 6 de abril de 2009

ESCRITORES

La paz del inmenso mar que nos envuelve

con materna protección, densa y sin vientos,

es parte inconclusa y eficaz

de la parte del Cosmos que nos une.

Este útero allende las distancias,

este espacio sin espacios, tan abierto,

y esta forma de estrellas desgranadas

en el propio confín del Universo.

El color de la ausencia es solitario,

el sentido de la esfera está lontano

y el Sol,

Padrenuestro, amigo, hermano,

se muere cada día.

Y renace en la semilla que brota,

en el bosque incendiado,

en la mano que alcanza a nacer.

Somos un punto en la recta,

un minúsculo orgullo,

pero somos capaces de escribirlo.

No hay comentarios: