jueves, 13 de noviembre de 2008

SALMO DESECHO DOCE CATORCE

Quien nunca navegó
no sabe
qué es la inconsistencia.
Ninguna cosa permanece,
ni se mantiene,
ni es corpórea
mientras se atraviesan
las aguas plúmbicas
y nocturnas
de la soledad mágica.
Pléyades de estúpidos estupefactos
enseñan desde sus púlpitos,
nacarados y astronáuticos,
el modelo trágico,
contradictorio,
del Anuncio que pocos escuchan.
No hacen mas que mentirse unos a otros,
hablan con labios engañosos.
Condenaron a muerte por la Vida
y después de siglos de acechanzas,
pidieron perdón.
Un minuto, diez o quince
son menos que un milenio o dos.
Todos están pervertidos
hacen cosas abominables
nadie practica el bien.

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