jueves, 6 de noviembre de 2008

TU PARTIDA

Si no pudiera verte mas
jugar a mi lado
dejando tu hueco de abandono
y el perfume de esencias
que inunda nuestra almohada,
porque has muerto.
Si el silencio del piano
en la sala invadida de penumbras
se hiciera uno
con el
opacado cajón de los recuerdos,
estantes de ternuras y memorias,
porque has muerto.
Si mis lágrimas de angustia por las noches,
se
estrellasen contra el piso
porque tus cabellos no las reciben,
porque tu boca no se las bebe,
porque has muerto.
Si en la calle que cobijó el idilio
no resonasen tus pasos apurados,
ni tu risa clara,
ni el roce de la tela de tu abrigo
contra tu cuerpo repujado en trigo,
porque has muerto.
Si en la casa de campo de Monte
el fuego se apagase temprano
pues no quiero echarle leños en la noche
para mi solo frío,
ni tirarme inerte en la alfombra,
porque has muerto.
Si persiste en mi la nueva costumbre
de andar por la casa mirando los muebles
tratando de hallar una sombra,
jugar a que esto no es cierto
porque estoy cansado,
porque has muerto...
Has muerto ayer, amor,
tan solo ayer,
entre mis brazos desnudos,
ante mis ojos,
por la tarde.

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