martes, 11 de noviembre de 2008

SALMO DESECHO UNO

Semillas muertas,
brotes despojados,
flores sin
corola.
Ausencias, fríos, mármoles.
Silenciosos equilibrios,
miedo de caer.
Serafines sarracenos,
ángeles ciegos,
triadas celestes e impotentes.
Feliz el hombre
que no sigue
el consejo de los malvados.
Así brotará
y sus frutos
se volcarán a la vida,
a la sincrónica melodía
de las auroras:
yuxtapuestas lágrimas del Sol.

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